¿Quién te mueve para evangelizar?



Hoy tuve la oportunidad, en horas de la mañana, de conversar con un hermano de nuestra vecina Costa Rica que me pidió encontrarnos en la Frontera para compartirme situaciones que está pasando en su vida personal y pastoral. Fue un momento de mucha intimidad sabiendo que el Señor estaba en medio de nosotros; conversamos sobre aquellos instantes que uno quiere dejarlo todo, soltar todos esos compromisos que hemos adquirido en el caminar, aquellos desánimos por la falta de compromiso de los demás hermanos y al final volvimos a lo de siempre, estamos apasionados por la evangelización y seguiremos cumpliendo el llamado que nos ha hecho el Señor. Cerramos nuestra conversación haciendo un compromiso de levantar un cronograma o agenda donde tomemos tiempo para cada uno y nuestras familias, además de cumplir con nuestros compromisos pastorales. ¿cómo lo haremos? delegando en otros, integrando a otros en la pastoral para que ellos se comprometan y se sientan parte visible y productiva dentro de la Iglesia.

Estamos apasionados por la evangelización, les acabo de comentar, y esto pasa cuando estás convencido que tienes un llamado que te mueve a anunciar a Jesús, es una fuerza invisible que te empuja a seguir adelante, que en medio de todo lo que vivas, sabes que aquel que te llamó camina contigo sosteniéndote con su diestra victoriosa.

La primera lectura de este lunes, tomada de Esd. 1, 1-6, nos habla claro de lo que les estoy comentando. Escudriñemos el versículo 1: "El año primero del reinado de Ciro, rey de Persia, el Señor, para cumplir lo que había anunciado por boca del profeta Jeremías, movió a Ciro a proclamar de palabra y por escrito en todo su reino este decreto". La versión de la Biblia de Jerusalén dice: "movió Yahvé el espíritu de Ciro". Cada vez que preparo un tema de predicación uso varias versiones de Biblia ya que siempre se diferencian una de la otra y esto ayuda a comprender mejor al escritor sagrado. En este caso, vemos que la versión del Pan de la Palabra dice: movió a Ciro, y la versión de la Biblia de Jerusalén dice: movió el espíritu de Ciro. ¿Te das cuenta la diferencia magistral que hay entre ambas versiones bíblicas? El Señor no solo mueve la persona física, sino también mueve la persona espiritual. 

El Señor es el que nos mueve, es el que nos apasiona, es el que nos empuja, es el que nos anima a cumplir el llamado que nos ha hecho a cada uno de los que estamos leyendo esta reflexión, y ¿a qué nos mueve? así como a Ciro, a la evangelización por medio de la predicación y de la escritura. Muchos creen que solo predicar es evangelizar; predicar es un método de la evangelización, así como lo es escribir. Podemos evangelizar con la música, con la poesía, con la danza, con la pantomima, con los dibujos; y todo esto se puede hacer en diferentes plataformas, tales como: televisión, radio, redes sociales, templos, parques, revistas, paquines, etc.

La clave de hacer todo esto, es estar movido por el Señor y esa fuerza con el cual Él nos mueve es el Espíritu Santo, y cuando somos movidos por ese Poder, se nota en los frutos de la evangelización.

No me canso de decir que es urgente volver a la experiencia de las primeras comunidades cristianas, donde a diestra y siniestra se proclamaba el kerigma, se llevaban a cabo milagros portentosos, cada día se iban sumando multitudes a la Iglesia naciente, definitivamente esto es evangelización pura y sin filtros ni imitaciones.

Hoy día, ¿qué o quién es el que mueve a la Iglesia en la evangelización? Se habla tanto de Nueva Evangelización en los ambientes eclesiales, pero no nos hemos preocupado por la formación de los nuevos evangelizadores para que la lleven a cabo. Jamás habrá Nueva Evangelización con viejos evangelizadores, y aclaro que no hablo de edad, sino de mentalidad. Quiero cerrar esta reflexión trayendo una frase de Juan Pablo II en Santo Domingo: "La Evangelización debe ser nueva en su ardor, nueva en sus métodos y nueva en sus expresiones". Estamos hablando de los años 90 cuando el Papa nos lanzó este reto, y con toda sinceridad les digo que si esto se hubiese hecho tal como el Papa lo pidió a la Iglesia de Latino América, hoy no habría la gran fuga de católicos a las denominaciones protestantes.

No le hago esta pregunta a la Iglesia, te la hago a ti hoy: ¿Quién te mueve para evangelizar?

Paz y bien.




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