Pura Dinamita
Hoy estamos de fiesta en la Iglesia celebrando a un misionero que es pura dinamita, Santiago Apóstol, hermano de otro chico dinamita llamado Juan y la primera lectura de hoy nos habla en qué consiste ser un hombre o una mujer pura dinamita en estos tiempos donde es necesario levantar una generación de hombres y mujeres con pasión por las almas.
Vámonos a Corinto, donde un hombre que es pura dinamita, pero en un nivel súper avanzado, llamado Pablo hablándonos en 2 Cor. 4, 7-15 sobre ese poder o dinamita. Escudriñemos los versículos 7 y 8: "Ese tesoro lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea bien que ese poder extraordinario procede de Dios y no de nosotros. Por eso sufrimos toda clase de pruebas, pero no nos angustiamos. Nos abruman las preocupaciones, pero no nos desesperamos. Nos vemos perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no vencidos".
¿Por qué Eduardo habla de dinamita? Pablo nos habla de un poder y esta palabra viene del griego dúnamis o dinamita en español. Desde esta plataforma quiero dirigir mi reflexión a ti mi hermano y hermana que estás en la evangelización, sin olvidar que la evangelización es la única misión de la Iglesia como nos dice San Pablo VI y quiero comenzar esta reflexión viendo la realidad donde la Iglesia, lastimosamente, ha perdido esta perspectiva y se ha quedado fosilizada en actividades que están muy lejos de su única misión que es la evangelización; fosilizada en actividades que rayan en lo mundano, fosilizada en una catequesis sin pasar primero por el Kerigma, fosilizada en una administración descuidando el pastoreo.
Lo primero que debemos hacer frente a esta Palabra de hoy es reconocer que somos vasijas de barro, reconocer que somos frágiles, reconocer que somos pecadores amados y salvados por el Señor y bajarnos de esa silla donde nos sentimos superiores, donde nos sentimos jueces que juzgan sin misericordia al hermano o hermana que ha caído alejándolo del rebaño donde el Supremo Pastor quiere que estén. Somos vasijas de barro que llevamos esa dinamita extraordinaria, y que no solo es llevarla, sino explotarla dándola a los demás. ¿Te imaginas semejante misión? ¿Ser vasija frágil llevando dinamita? De verdad que el Señor es único, confiar semejante misión a ti y a mí que nos quebramos con facilidad, pero ese es el Dios que nos ha llamado, escogido y consagrado; que no mira esa fragilidad, sino que mira la dinamita que llevamos dentro. Recuerda esto, la vasija es valiosa, pero el contenido es lo poderoso.
¡Ah! no es fácil llevar ese contenido, pero si glorioso porque tiene sus consecuencias cuando eres fiel a la misión de llevar y entregar la dinamita. Sufriremos pruebas, seremos abrumados con preocupaciones, seremos perseguidos, seremos derribados; cuando uno lee, y sobre todo vive todo esto podemos llegar a expresar un, pero ¿por qué? Respuesta sencilla, para que no se nos olvide que esa dinamita es el Señor y no nosotros; llevándonos a ser humildes y sencillos que son los preferidos de Él.
¿Has escuchado la frase no hay pero que valga? Pablo, el misionero pura dinamita, nos dice todo lo contrario hoy; sí hay pero que valga y vale mucho. Sufriremos pruebas, PERO no nos angustiamos; tendremos preocupaciones, PERO no nos desesperamos; somos perseguidos, PERO no desamparados; seremos derribados, PERO no vencidos.
Poderosa esta Palabra de hoy mi hermano y hermana, ánimo, levántate que lo que estás pasando es porque llevas dinamita adentro y tienes como misión explotarla en los ambientes donde te estás moviendo en estos momentos; si no llevaras esa dinamita, tu vida sería tan aburrida sin pruebas, sin preocupaciones, sin persecuciones, sin ser derribado; o sea que estás en el punto donde Dios quiere que estés, estás siendo lo que Dios quieres que seas en el mundo, Pura Dinamita.
Paz y bien.
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