La Escalera de la Fe



Anoche estuve compartiendo con la comunidad eclesial del Cristo de San Damián la celebración de la Palabra como inicio de su Triduo en Honor al Cristo de San Damián. Fue ver lo que sucedió el día de Pentecostés después de la predicación kerigmática de Pedro, corazones traspasados por el poder de la Palabra y el testimonio de las personas comentándome su experiencia vivida frente a la Palabra y frente al Santísimo Sacramento. Al final se me acercó una hermosa doñita y con su corazón hecho una pasita, me abraza y me dice gracias por la prédica porque me voy llena del Espíritu Santo, y a la vez me pide que la ayude con su hijo que está totalmente alcoholizado; al escucharla siento el dolor de esa mamá que no sabe qué hacer con su hijo, pero confiada por la Palabra escuchada que su hijo se levantará de ese vicio en el que está sumido. 

Este testimonio me hace pensar y reflexionar en la memoria que hoy celebramos en la Iglesia, Nuestra Señora de los Dolores, igual que María, en medio del dolor de la situación de su hijo, ella no pierde la fe y sabe que todo este dolor es parte de un misterioso, pero maravilloso plan de Dios.

La liturgia de hoy nos presenta dos evangelios donde podemos optar por uno de ellos, los invito a ir junto a José y María al Templo de Jerusalén para presentar el niño al Señor en Lc. 2, 33-35. Escudriñemos el versículo 35a: "Y a ti, una espada te atravesará el alma". Imagínate estar en una fiesta familiar tradicional y alguien se te acerca y te dice una frase como la que escuchó María, recibiendo tantos halagos para su niño, y de repente una frase que literalmente traspasa su alma con solo escucharla.

Para comprender este versículo, debemos ver a María como una Mujer de fe; dice el Concilio Vaticano II en la Lumen Gentium #58: "María fue creciendo progresivamente en la fe". Nuestro amigo Pablo nos dice en Rm. 1, 17: "Pues el evangelio nos muestra de qué manera Dios nos hace justos, de fe en fe, como dice la Escritura: El justo vivirá por la fe". Este pasaje de Pablo a los Romanos nos confirma lo que dice el Magisterio de la Iglesia en la LG #58 que acabamos de compartir. El caminar de María, es un caminar de fe en fe convencida que su vivir es por la fe. La fe no crece cuando la ejercitamos, la fe crece cuando hacemos actos de fe mayores que los anteriores, es decir, si tu acto de fe hoy es mayor al de ayer, tu fe está en crecimiento, pero si es lo contario, simplemente no has crecido en la fe. Isabel lo resume así en Lc. 1, 45: "Feliz porque creíste"; o sea, que nuestra felicidad viene de la fe, y más cuando esta va en crecimiento.

Veamos algunos aspectos del crecimiento de la fe de María:

        Cree en la promesa de Dios a través de un ángel: El Señor le habla, por ejemplo, a Abrahám y a Moisés directamente para darles una misión. A María la visita un ángel, pero ella cree en el plan de Dios. Tu fe debe estar cimentada en la Palabra de Dios a través de la persona que te la transmita ya que muchos esperan un mensaje divino tangible, una aparición, etc.

        El ángel se va: María pasa a otro nivel de fe, el ángel le da la misión de ser madre del Salvador, queda embarazada estando casada (desposada) con José; lo más lógico sería que el ángel la acompañara en esclarecer lo que estaba pasando, pero no es así, queda sola, y como dice una canción: amando sin milagros, viviendo de su fe. Tu fe crece cuando solo sigues dependiendo de la Promesa de Dios, y más cuando sientes que Dios no está o se ha quedado en silencio.

        Renuncia a su plan de vida: este punto lo he tocado en una anterior reflexión, María estaba casada (desposada) con José, y al aceptar el plan de Dios significa que debe dejar atrás su propio plan. Tu fe crece cuando eres capaz de aceptar que Dios destruya tu plan de vida para que prevalezca el de Él.

        Nacimiento en Belén: es la madre del Salvador, es la madre del Rey de reyes, pero no había un lugar digno para que naciera este rey. Esto es un motivo poderoso para dudar de todo lo que está pasando, pero sigue creyendo a pesar de que todas las puertas se han ido cerrando en Belén. Tu fe crece precisamente cuando ves que todo se está dando en contra de lo que has creído, cuando ves que las puertas se cierran frente a tus narices, pero, aunque se cierren esas puertas, te sostiene la Promesa de Dios que otras muchas se abrirán en tu historia.

        Inmigrante en tierra desconocida: ahora tiene que huir con su familia a Egipto, pruebas tras pruebas, pero ella avanza sostenida siempre en la Promesa de Dios, aunque pudo reclamar la protección de Dios porque es su hijo el que está en juego. Tu fe crece cuando te das cuenta de que la Promesa de Dios te la quieren matar y tienes que huir para protegerla y en medio de esta situación sientes que Dios no está haciendo nada a tu favor.

        La Cruz: la Promesa de Dios ahora está muerta en sus brazos. ¡qué duro momento para María! prácticamente en dos días le arrebatan a su hijo, verlo morir destrozado y casi sin aspecto humano, experimentar cada azote, ver la coronación de espinas a Aquél que ella sabe que es el Rey de reyes, verlo caer con la cruz a cuestas sabiendo que no le tocaba a Él llevarla, ver la burla de aquellos que Él sanó, liberó; ver cuando es clavado en la cruz y levantado como un vil criminal para que todos lo contemplen como un ejemplo para aquellos que desobedecían la ley esclavizante de la religión de la época. Ella recibe la Promesa de Dios en sus brazos al ser bajado de la cruz, pero aún la sostiene la Promesa de Dios, aunque en el mundo natural ya no hay Promesa. Aquí en este momento de tu vida es donde te gradúas como hombre y mujer de fe, aunque veas la Promesa muerta, aunque sientas que ya nada tiene sentido, sabes que, cuando el Señor comienza algo estás convencido en cada paso de fe que lo mejor está por venir.

Hoy esta Mujer de Fe te invita a que seas feliz creyendo en cada Promesa de Dios y que te apegues a esa Promesa porque el camino no es nada fácil, pero al final verás el cumplimiento de cada una de ellas porque has caminado de fe en fe en La Escalera de la Fe

Paz y bien.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Nuevos Proyectos de Evangelización

Designado para algo grande

Avanza a tu Jerusalén