Pregunta Definitiva



Alguna vez le has preguntado a alguien ¿qué piensa de ti? Creo que esto es clave en las relaciones humanas, saber lo que piensan los más cercanos, pero también aquellos no tan cercanos. En la vida de pareja esto es un ejercicio que ayuda a que la relación sea llevadera y sobre todo muy transparente ya que nos diremos lo bueno, pero también aquellas cosas no tan buenas. Es muy fácil dar nuestra opinión sobre los demás, pero qué difícil pedir que nos digan sus opiniones sobre nosotros y más cuando tenemos un rol de liderazgo dentro de nuestro entorno familiar, social y pastoral.

El Evangelio de este domingo XXI del Tiempo Ordinario, tomado de Mt. 16, 13-20 nos habla de esto, saber lo que piensan de mí los del montón, pero también lo que piensan de mí los más cercanos (familia, amigos, compañeros de trabajo y hermanos de pastoral). Escudriñemos el versículo 13: "Cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?". Jesús no le hace esa pregunta a la gente que lo busca, a la gente que ha sanado, a los pobres; se la hace a sus discípulos, a aquellos con quienes está compartiendo su vida personal, a aquellos que están en todas sus misiones, a aquellos que ya están siendo odiados por seguirlo a Él, les hace esa pregunta a sus amigos. Ellos tienen la capacidad de ser sinceros y le dirán sin tapujos la verdad de lo que comenta la gente. 

Escudriñemos la respuesta en el versículo 14: "Ellos le respondieron: Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas". La respuesta es interesante, lo comparan con gente grande en el reinado de los cielos. Si le preguntaras a la gente que te ve desde afuera ¿qué piensan de ti? ¿cuál crees tú que serían sus respuestas? Este momento es propicio para hacer un alto y reflexionar en esta pregunta, y mucho más en las respuestas; esto nos tiene que ayudar a vernos y tomar decisiones de cambio si estas respuestas no son lo que estamos esperando. Se me viene a la mente un ejemplo de lo que estamos compartiendo, cuando estamos en un lugar y algo hacemos y eso hace que la gente nos diga: "y eso que está en la Iglesia", te aseguro que no te están viendo como Juan Bautista o algunos de los profetas; esto es algo sencillo, pero un buen ejemplo que nos tiene que llevar a revisarnos y comenzar a hacer cambios ya que no nos están viendo como un testimonio de seguidor de Jesús.

Escudriñemos los versículos 15-16: "Luego les preguntó: Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". La misma pregunta, pero en un nivel de intimidad, Jesús también quiere saber lo que piensan ellos, sus amigos. ¿Tremendo verdad? Hay muchos que dicen que no les importa lo que digan los demás porque ellos no pagan sus deudas, no le dan de comer y otras cosas más. Nada más lejos de la realidad, porque para los que estamos en alguna pastoral lo que digan los demás debe afectarnos o motivarnos según sus respuestas. Ahora bien, es mucho más trascendental lo que piensen aquel y aquella que convive contigo a diario en la casa, en el trabajo, en la Iglesia, o sea, a los amigos y amigas; así que es momento de preguntarles a papá, mamá, hijos, esposa o esposo, compañero y compañera de trabajo, hermano de comunidad lo que ellos piensan de ti y tener la madurez de escuchar en silencio y no defenderse porque ellos serán lo más sincero posible, eso te lo aseguro y la respuesta que ellos te den, te tiene que definir como discípulo de Jesús.

Hace algún tiempo, meditando en este pasaje bíblico, invité a mi esposa a comer en un restaurante y le hice esta pregunta, después de mirarme con una cara de asombro, me dio unas respuestas que fueron claves para el ministerio que estoy llevando de evangelizar, adorar y formar laicos. Sus respuestas me definieron como discípulo de Jesús y me motivaron a seguir adelante y no rajarme delante de las tormentas que van y vienen en el ministerio encomendado por el Señor.

Atrévete hoy a hacer esta pregunta a tus íntimos porque la respuesta te va a definir, la respuesta te va a llevar a ser un mejor ser humano, la respuesta te va a llevar a ser un mejor papá o mamá, te va a llevar a ser un mejor esposo o esposa, te va a llevar a ser un mejor hijo o hija, te va a llevar a ser lo que Dios quiere que seas para los demás, la respuesta te va a llevar a ser un verdadero discípulo de Jesús. 

Vamos a terminar rápido la reflexión para que vayas donde aquel o aquella y le hagas la Pregunta Definitiva.


Paz y bien.



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