Es Hora de Testificar




El 6 de agosto de 1998 marca un antes y un después en mi vida personal, esa noche fui alcanzado por el Señor cuando faltaban 30 minutos para hacer pacto con el diablo. A partir de ese momento comienzo a vivir una de las experiencias más hermosas que he vivido, ser evangelizado por medio de la predicación kerigmática, la alabanza, la adoración, la oración de intercesión de parte de grupos de oración, y así poco a poco fui levantado y restaurado por el Señor. ¿Consecuencias de lo anterior? comencé a evangelizar con la música y el canto, apoyando a un diácono que se movía en la Renovación Carismática Católica; luego comencé a compartir en cada jornada lo que el Señor había hecho en mi vida y me fui dando cuenta el poder que hay en el testimonio, ya que impacta la vida de los que escuchan. En alguna otra oportunidad les contaré con detalles lo que el Señor ha hecho en mi vida.

La primera lectura de este día, tomada de Jos. 24, 1-13, nos habla de la importancia del testimonio personal del evangelizador, no solo es predicar la Palabra, es necesario acompañar la predicación con el testimonio personal que compruebe el poder de la Palabra predicada. Vayamos a la historia bíblica y escudriñemos los versículos 1-2a: "Josué convocó en Siquem a todas las tribus de Israel y reunió a los ancianos, a los jueces, a los jefes y a los escribas. Cuando todos estuvieron en presencia del Señor, Josué le dijo al pueblo: Esto dice el Señor, Dios de Israel". 

En este momento me quedo leyendo detenidamente este texto y me trae tantos recuerdos de cuando comencé hace 25 años este camino de la evangelización, un camino que ha sido glorioso en medio de todas las tormentas, pero con la gracia de que el Señor ha estado allí sosteniéndome con su mano, tal como lo ha prometido en Is. 41, 10: "No temas, que yo estoy contigo; no te angusties, que yo soy tu Dios: te fortalezco y te auxilio y te sostengo con mi diestra victoriosa". ¡qué hermoso y consolador leer esto! Así ha sido mi caminar indudablemente en los mares de la evangelización.

Josué convocó en Siquem: la evangelización es un convocar a todos, no hay exclusividad, es convocar a todos para escuchar lo que Dios tiene que decirnos a través de su Palabra y del testimonio del evangelizador. Hoy hay muchos Siquem esperando una convocatoria para evangelizar, los Siquem de nuestro tiempo están tan cerca de nosotros y están descuidados. Vamos a Siquem y convoquemos a todos para que vengan a escuchar al Señor y vean lo que el Señor ha hecho en nuestras vidas a través de nuestro testimonio personal.

Cuando todos estuvieron en presencia del Señor: fascinante leer esto, pero más fascinante vivir esta experiencia. Estar en la presencia del Señor, esto es la evangelización; estar en la presencia del Señor y sobre todo llevar a los hermanos a esa presencia. Cuando le predico específicamente a ministerios de música, les exhorto que con su música deben llevar al pueblo a la presencia del Señor, y si no es así, entonces les toca bajar esa presencia al pueblo. Hoy es imperativo que esto suceda en la evangelización, pero con mucha tristeza puedo decir que hoy la evangelización se ha convertido en show, espectáculos de luces y sonido, negocio para recoger dinero y se descuidó lo primordial que es el anuncio de Jesús muerto, resucitado y glorificado.

Esto dice el Señor, Dios de Israel: así comienza Josué ese majestuoso día donde les cuenta con lujo de detalles todo lo que el Señor ha hecho con su pueblo, o sea, que comienza a testificar lo que Dios ha hecho con él y con su pueblo porque muchas cosas narradas él las vivió junto a Moisés. Cada año para la Pascua Judía, los ancianos cuentan a los niños y jóvenes la historia de aquella noche gloriosa cuando Dios liberó al pueblo de las garras de los egipcios. ¡cuánta necesidad hay de contar lo que Dios ha hecho con nosotros! Sí mi hermano y hermana, no podemos callarnos esas experiencias, en Hc. 4, 20 se nos da esta invitación: "Nosotros, no podemos callar lo que hemos visto y oído". Esto no es opcional, es una obligación hacerlo.

Quiero aprovechar para transmitir un poco de cómo testificar lo que Dios ha hecho cuando se está evangelizando. Evangelizar no es otra cosa que anunciar el Kerigma, el Kerigma es trinitario, o sea que se anuncia al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; en otra ocasión profundizamos la Evangelización Kerigmática.

El testimonio personal del evangelizador es la llave de la Evangelización Kerigmática, porque siempre habrá algunas personas que no quieren atender a la Palabra, pero muy pocas dejarán de escuchar una experiencia de alguien porque esas experiencias las hacen sentirse identificadas con lo que ellos están viviendo en ese momento.

El testimonio tiene un ABC:

        Alegre: que se note que has sido alcanzado por el Señor, no se puede hablar de Pascua con cara de Viernes Santo. Que se note la alegría al contar lo que el Señor ha hecho en tu vida. He visto muchos hermanos testificando con mucha tristeza y esto deprime y he visto a otros que lo cuentan con mucho gozo desbordante que nos invitan a saltar y dar toda la gloria a Dios.

        Breve: hablar lo que el Señor ha hecho contando el momento impactante del encuentro. Un testimonio no puede pasar de 4 minutos; hay muchos que comienzan a contar desde el día de su nacimiento y en el momento que lo están contando tienen 60 años. ¿te imaginas el tiempo que toman?

        Cristocéntrico: o sea centrado en Cristo y no en nosotros, es contar lo que él ha hecho en nuestras vidas y no lo que hemos hecho nosotros.

Para cerrar esta catequesis sobre el testimonio, les comparto que el testimonio tiene 4 partes:

        Antes de Cristo: se comparte la vida de pecado o la vida lejos del Señor.

        Encuentro con el Señor: contar cómo fue ese encuentro y la respuesta que diste en ese poderoso momento. Experimento el Amor de Dios, la Salvación en Jesús y la Unción del Espíritu Santo que me ha llevado a congregarme como hermano en la comunidad de creyentes que es la Iglesia.

        Después de Cristo: ahora cómo es mi vida, lo que ha cambiado en ella gracias a ese encuentro.

        Motivación: decir con toda autoridad: Si lo hizo en mí, lo puede hacer contigo.

Ya lo sabes, la evangelización siempre debe ser acompañada con el testimonio personal del evangelizador. Es Hora de Testificar.

Paz y bien.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Nuevos Proyectos de Evangelización

Designado para algo grande

Avanza a tu Jerusalén