Es Hora de Evangelizar



Si miramos con detenimiento las noticias, vemos que estamos viviendo tiempos de turbulencias en todas las áreas de nuestra vida. Vemos una ola de violencia impresionante, aquí en Panamá todos los días hay muertes a causa de la inseguridad, abusos sexuales, robos, peleas callejeras, maltrato animal, maltrato a la naturaleza. Les comento algunos casos recientes; hace días un hombre maltrato a un chico trans y este ser humano se debate entre la vida y la muerte por los múltiples golpes en su cabeza; ayer leo que un hombre contrae matrimonio con la mujer que tiene un hijo y llevaban varios años unidos y éste en la noche de su boda viola y golpea a su esposa porque ella no quería tener sexo esa noche; padres vendiendo a sus hijas para prostituirlas; y así un sin fin de noticias catastróficas.

La gran pregunta que se hacen muchos es: ¿Dónde está Dios?; y yo les pregunto a aquellos que hacen esa pregunta: ¿es culpa de Dios todo esto? Tú y yo somos libres de decidir, hacemos lo correcto, lo que agrada a Dios o no lo hacemos, pero el no hacerlo tiene sus consecuencias. Cuando voy a funerales donde la persona muere a causa de una cirrosis por la gesta sin medida de bebidas alcohólicas y todos dicen que el Señor se lo llevó, me queda una incógnita ¿se lo llevó el Señor o se fue por decisión propia? porque es sabido que las bebidas alcohólicas terminan en este tipo de enfermedades mortales. Para los fumadores de cigarrillos, cada vez que compran un paquete leen un aviso que dice: "Fumar es nocivo para la salud", ¿es culpa de Dios que enfermen y mueran?

Te invito a que vayamos a la primera lectura de este día lunes tomada de Jc. 2, 11-19 donde el Señor se llena de cólera al ver la desobediencia de su pueblo, y esta desobediencia tienen consecuencias drásticas. Escudriñemos los versículos 11-15: "En aquellos días, los israelitas hicieron lo que desagrada al Señor, dando culto a los ídolos. Abandonaron al Señor, Dios de sus padres, que los había sacado de Egipto, y siguieron a otros dioses de los pueblos de alrededor, los adoraron y provocaron la ira del Señor; abandonaron al Señor y dieron culto a Baal y Astarté. Entonces el Señor se encolerizó contra Israel. Los puso en manos de salteadores, que los despojaron, y los entregó a unos enemigos, que los rodeaban y a quienes no pudieron ya hacerles frente. En todas sus campañas la mano del Señor intervenía contra ellos para castigarlos, como el Señor se lo había dicho y jurado, y los puso en una situación desesperada". Las consecuencias que vive el pueblo ¿es culpa de Dios? 

        Hicieron lo que desagrada al Señor: aquí está el centro de esta historia, ya van muchos años de que el pueblo fue liberado de Egipto, cada año recuerdan todas las maravillas que hizo el Señor a su favor; pero aun así hacen cosas que desagradan a Dios. Así nos pasa en la vida personal, nos pasamos haciendo lo que desagrada a Dios y esto trae consecuencias; el mundo está lleno de tribulación porque estamos haciendo cosas que desagradan a Dios, estamos haciendo cosas contrarias a los mandamientos y al Evangelio, y todo esto es adorar o dar culto a los ídolos. Hoy se le está dando culto al dinero, a la fama, a la moda, a la música y aquí me detengo en una pregunta que le hace un periodista a un "artista" de música reguetón: ¿por qué sus canciones son vulgares o doble sentido? y su respuesta es contundente: porque a los jóvenes les gusta escuchar ese tipo de música. Más del 90% de las personas dicen que los jóvenes están perdidos, ¿qué dices tú? Mi respuesta es que los jóvenes no están perdidos, están mal guiados por nosotros los adultos, no sabemos ser buenos líderes con ellos. Como Iglesia no los estamos evangelizando, los estamos entreteniendo con cosas que rayan en la mundanidad, ¡ojo con esto! Aquí aprovecho para contarte la historia de un sacerdote que trabaja en una parroquia en Estados Unidos, un día oraba frente al Santísimo y le pedía que le diera luces para atraer a los jóvenes a su parroquia y comenzó a realizar convivencias sabatinas y muchos jóvenes comenzaron a llegar a la parroquia. La parroquia tenía un bus que los llevaba a sus casas, eso creía el sacerdote, y un día se fue con ellos para acompañarlos y de repente el bus hace un alto frente a una iglesia protestante y él queda sorprendido y les pregunta que si vienen de la parroquia ¿por qué se quedan allí? La respuesta es para que te sientes hermano y hermana: nos quedamos aquí porque en la parroquia nos entretienen con juegos, dinámicas, películas, y aquí nos hablan de Jesús. Esta es la gran realidad eclesial, yo les digo a los catequistas que no conviertan las catequesis en guarderías, sino que evangelicen, que hagan discípulos, he allí el propósito verdadero de la catequesis y no solo formarlos para un sacramento.

Si estás haciendo cosas que desagradan al Señor, todavía tienes tiempo para cambiar antes de que el Señor se encolerice y vengan las consecuencias; o quizás estás en una situación desesperada, como dice el versículo 19, es hora de que hagas un alto y retomes el camino del Señor.

Si estás viendo que otros están haciendo lo que desagrada al Señor, tenemos que comenzar a predicar la conversión y no estar entretenidos en temas políticos, culturales y de otra índole totalmente alejada del Evangelio.

Ya es momento de hacer un alto como Iglesia y hacer lo que tenemos que hacer, evangelizar ya que ella existe para evangelizar como lo dijo San Pablo VI. No hay otra misión, es evangelizar la misión que tenemos, pero estamos entretenidos en recoger fondos, hacer bingos, rifas, montar espectáculos mundanos, etc. 

Lo que pasa en el mundo no es culpa de Dios, es culpa de nosotros como Iglesia, el mundo no está perdido, los jóvenes no están perdidos; perdido estamos nosotros de la misión dada por Jesús. 

Ya los sabes, Es Hora de Evangelizar.

Paz y bien.


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