El llamado es para ti




Hay momentos que me pongo a pensar de cómo el Señor me ha llamado, es algo inexplicable, solo se siente una sensación, un cosquilleo, un ardor en el corazón. Cuando reviso mi agenda de compromisos pastorales, me pregunto ¿por qué no puedo ser como los demás? pasear todas las tardes, los fines de semana irme a la playa, a la montaña, ver película todas las noches acostado en un sillón y así realizar otras actividades familiares. ¿Quieres saber la respuesta? no puedo hacerlo porque hay una fuerza interior que me empuja a hacer lo que hago, y gracias a Dios mi familia me apoya y me acompaña en esta locura de la evangelización. Trato de separar un fin de semana al mes para compartir solo con la familia y durante la semana una o dos noches salir a pasear. Te comento que cuando he decidido, por diversas situaciones, tirar la toalla; es cuando más me llaman, me chatean para pedirme que vaya a diversos lugares a llevar el Evangelio. Ejemplo, hoy miércoles tengo que ir a las 2:00 pm a Radio Universitaria, a las 5:00 pm a celebrar la Palabra en Bijagual y a las 7:00 pm a celebrar en Santa Marta.

¿Por qué te cuento esto? Porque el Evangelio de este día tomado de Mt. 20, 1-16 nos habla del llamado o de los muchos llamados que nos hace el Señor en nuestra vida. El Señor llama para que le respondas y no dejará de hacerlo hasta que esto suceda. Tú que me lees en este día, ¿en cuál etapa de tu vida estás?, no hay etapa específica para recibir el llamado del Señor, Él llama a cualquier etapa, significando que tu llamado es para ese momento de tu historia y lo más fascinante, es para el momento de la historia de alguien más. ¿La paga? es la misma para todos, no hay tu tía como decimos en Panamá, es lo que es.

El Señor llama a los que quiere a diferentes horas, dice el versículo 1 que sale al amanecer. El amanecer es cuando nos llama a temprana edad, a mí me llamó a los 12 años y le respondí inmediatamente. En el versículo 3 sale a media mañana y en el 4 sale a mediodía y a media tarde. No hay edad establecida en ningún lado para ser llamado a servir en la viña, el tema es la respuesta que damos a esa llamada. Lo interesante es que Él está llamando a todas horas, e incluso en el atardecer de la vida de muchos que creen que en esa etapa ya no vale la pena. Recuerda, Dios te llama cuando necesita de ti y sobre todo cuando hay alguien que necesita también de ti; o sea que cuando sentiste el llamado es porque tú lo necesitabas y otro hermano o hermana también. He tenido la experiencia que cuando voy a un lugar, el Señor manifiesta su poder sobre alguien específico y mi respuesta al Señor es que me envió a ese lugar por esa persona.

Es triste ver cuando se rechaza a los jóvenes y a los adultos mayores dentro de la Iglesia; unos por bulleros y otros por aburridos. Te digo algo hermano y hermana, si están allí es porque el Señor los llamó, a unos al amanecer y a otros al caer la tarde, y los llamó para algo específico y con esas actitudes de rechazo se pierden muchas bendiciones que el Señor nos quiere derramar por creer que ellos no tienen nada que aportar en la evangelización. Hace una semana fui a celebrar la Palabra a la casa de una hermana mayor que ya no puede participar en las Misas por su edad y su enfermedad; fue un momento de bendición escuchar toda su experiencia como catequista, todos sus recuerdos en las misiones con los sacerdotes; y esto nos recuerda que todos somos valiosos en la obra del Señor, todos somos valiosos en la viña.

Muchos están sirviendo en la viña del Señor, pero lo hacen con pereza, sin novedades, siempre andan estresados, sirven para cumplir con un horario, sin creatividad, parecen bomberos apagando todo, siempre andan buscando una paga; estas actitudes son de aquellos que no valoran lo especial que son para el Señor ya que son llamados de entre muchos para una tremenda misión. ¿Cuál es esa tremenda misión? hacer lo que Dios puede hacer solo, pero quiere involucrarte en ella porque tienes algo para dar.

Desde esta plataforma hago un llamado a todos aquellos que están ya trabajando en la viña, que lo hagan con celo apostólico porque cuando lo haces con esa pasión, se nota y hace que los demás tengan una experiencia de Dios a otro nivel. Se nota de verdad cuando veo los resultados de las catequesis, se nota de verdad cuando veo comunidades encendidas, se nota de verdad cuando veo líderes enamorados de la obra del Señor. Si aun no le respondes al Señor ¿qué esperas? Atrévete a incursionar en esta aventura y ya deja de dar excusas que te están impidiendo vivir una vida plena en Jesús.

Levántate hermano y hermana, el Señor está pasando en este momento por tu vida y te hace un llamado especial para trabajar en su viña; sí mi hermano y hermana, El llamado es para ti.

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