Arriba y Adelante



Ha habido lugares, personas, momentos en que me he sentido con miedo para predicar por diversas razones, pero es allí donde tengo que decirme que soy solo una voz, soy solo unos brazos, soy solo un corazón y sobre todo que soy un embajador del reinado de Dios. La Iglesia en este martes 29 de agosto recuerda el martirio de Juan Bautista, un profeta en su tiempo y que aun hoy su testimonio impacta la vida de muchos que caminamos en el profetismo. ¿Quién es un profeta? hago la pregunta porque hay un concepto errado que profeta es aquel que predice o vaticina el futuro. Un profeta es aquel a quien Dios reviste de Su autoridad para que comunique Su voluntad a los hombres y los instruya.

Para yo entender el profetismo de Juan Bautista, me remonto al profeta Jeremías cuya primera lectura está tomada hoy Jr. 1, 17-19. Conozcamos algo de Jeremías: fue llamado mediante una visión y era entonces un hombre joven consciente de su falta de madurez, de experiencia y de elocuencia. ¿Se te parece a alguien estas cualidades de Jeremías? Te puedo decir con toda franqueza que aun mantengo estas cualidades, pero estoy convencido que así el Señor me ha usado y me seguirá usando.

Tú que me lees en este día, Dios te ha revestido de Su autoridad para que comuniques Su voluntad a los hombres y los instruyas. Si has notado, escribo el adjetivo posesivo Su en mayúscula para que nunca se nos olvide que no somos nosotros, es el Señor el protagonista de nuestras historias. Tú y yo tenemos la autoridad de Dios para comunicar la Palabra y también y esto es clave, también instruir a los que les transmitimos la Palabra. Me gusta entender el profetismo de esta manera, Evangelizar y Enseñar; llevar a todos a la experiencia de Dios (Kerigma) y luego instruirlos en su Palabra y en el Magisterio de nuestra Iglesia (Catequesis). Nunca dejo de recalcar esto: Primero es lo primero, Kerigma y después, solo después la Catequesis; primero se evangeliza y luego se enseña. La realidad eclesial hoy nos está demostrando que no se está haciendo así en la mayoría de nuestros movimientos, parroquias, etc. ¿Por qué dices eso Eduardo? porque cada día son más los que abandonan nuestras filas para irse a otras denominaciones donde se está llevando el profetismo como debe ser. Retomemos el verdadero profetismo en nuestra Iglesia para mantener a los que están y para buscar a los que se fueron.

Escudriñemos el versículo 17: "En aquellos días el Señor me dirigió estas palabras: Cíñete y prepárate; ponte en pie y diles lo que yo te mando. No temas, no titubees delante de ellos, para que yo no te quebrante". Lo primero que hace un hombre y una mujer que son usados en el profetismo es escuchar, algo tan difícil hoy, pero es imperativo que escuchemos a Dios porque estamos haciendo las cosas creyendo que es la voluntad de Dios y no es así porque no hemos hecho alto para escucharlo en la oración, en la lectura orante y en la liturgia. Nuestras oraciones son tan mecánicas, que no escuchamos a Dios; nuestra lectura orante es tan superficial, que no escuchamos a Dios; estamos tan entretenidos en otras cosas en la liturgia, que no escuchamos a Dios. Tienes que escuchar a Dios para conocer su voluntad, de lo contrario, seguiremos perdiendo terreno en el mar de la Evangelización. El profetismo es comunicar Su voluntad, no la nuestra; es comunicar la realidad desde la Palabra de Dios. Mi opinión muy personal, aclaro que es mi opinión personal; el profetismo usa el púlpito para transmitir la voluntad de Dios, el púlpito no es para hablar de política, el púlpito no es para hablar de cambio climático, el púlpito es para hablar de Dios, para llevar a la gente a que tenga una experiencia de Dios, a que sean sanados, a que sean restaurados, a que sean liberados. Cuando el púlpito se use para esto, estaremos comunicando la voluntad de Dios. Vuelvo a repetir, lo que acabo de compartirles es mi opinión muy personal desde mi experiencia de fe y por la escucha de testimonios de muchos hermanos que se nos han ido de la Iglesia. Se habla de todo, menos de lo que se debe hablar. ¡Ojo con esto!

El Señor nos está pidiendo a voces que nos amarremos los pantalones los hermanos y las faldas las mujeres, que nos pongamos de pie y predicar su Amor, predicar el perdón de los pecados por medio de la Salvación en Jesús, predicar la Fe y Conversión para alcanzar la Vida Eterna, predicar la necesidad del toque poderoso del Espíritu Santo y la Nueva Vida en la Comunidad de creyentes que es la Iglesia. Me fascina saber que tenemos un Dios que nos acompaña en tan magna misión, un Dios que cada mañana al despertar nos dice. No temas y No titubees, nos dice esto para que entendamos que la obra es de Él y no de nosotros, para que recordemos que Él está caminando con nosotros.

Ánimo, en medio de todas nuestras miserias, en medio de todos nuestros pecados, en medio de todas nuestras debilidades, en medio de todas nuestras sombras; Dios cuenta contigo y conmigo para decirle al mundo lo que éste necesita escuchar; recuérdalo siempre, nos toca comunicar lo que el mundo necesita escuchar, no lo que quiere escuchar. Así que, Arriba y Adelante.

Paz y bien.



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