A Cristo hay que vivirlo



Hoy estamos de fiesta en la Iglesia, celebramos la vida de uno de los grandes de la Evangelización, nuestro amigo Bartolomé, llamado también Natanael. Lo hermoso de celebrar la fiesta de los íntimos de Jesús es que detrás de cada uno de ellos, siempre hay otro grande que cumple su misión; y esta misión es la de llevar a todos a los pies de Jesús. Esto es algo que lastimosamente se nos olvida en el caminar, olvidamos a aquel o aquella persona que un día se atrevió a hablarnos de Jesús y de llevarnos a sus pies y cada fiesta de los apóstoles es para recordar a ese hermano o hermana y enviarle un mensaje de agradecimiento, porque gracias a su osadía hoy caminamos de fe en fe y de gloria en gloria. ¿ya recordaste a ese hermano o hermana que te llevó a los pies de Jesús? Si ya lo recordaste, envíale un mensaje de agradecimiento en este momento. Me detengo en este momento para enviarle un mensaje al P. Alexander Arcia, fue él quien me llevó a los pies de Jesús con sus palabras y testimonio, y sobre todo con darme la oportunidad de servirle ya que con este sacerdote comencé a dar mis primeros pasos en la evangelización desde la espiritualidad carismática. Ya le envié el mensaje al padre. ¿ya enviaste tu mensaje a esa persona? entonces sigamos adelante.

El Evangelio de este día está tomado de Jn. 1, 45-51. Para entender el contexto de este pasaje, vamos al versículo 43: "Al día siguiente Jesús decidió partir para Galilea, encuentra a Felipe y le dice: Sígueme" Ahora vamos a los versículos 45-46: "Felipe se encontró con Natanael y le dijo: Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en la ley y también los profetas. Es Jesús de Nazareth, el hijo de José. Natanael replicó: ¿Acaso puede salir de Nazareth algo bueno? Felipe le contestó: Ven y lo verás". Aquí vemos que detrás de Bartolomé está Felipe, o sea que todos hemos tenido un Felipe en nuestra historia de salvación y la misión es ser Felipe en la vida de otro.

Veamos este fascinante proceso de la llamada del Señor. Jesús siempre está en movimiento buscando discípulos porque la obra evangelizadora necesita del presupuesto humano. Jesús encuentra a Felipe y esto me gusta porque hay muchos que cuando cuentan su testimonio dicen: cuando encontré al Señor. El Señor nunca se ha perdido, somos nosotros los que hemos estado perdido y Él sale a encontrarnos y no descansa hasta encontrarnos. Cuando uno tiene ese encuentro personal con Él, no queda solo en un encuentro, sino que hay inmediatamente una llamada que exige inmediatamente una respuesta de parte nuestra. Jesús le dice a Felipe: Sígueme, es tan común hoy este sígueme por el tema de las redes sociales, pero es lo que Jesús requiere de los que encuentra, que lo sigan para ayudarlo a buscar más discípulos que luego se conviertan en misioneros; es en la misión donde buscaremos a los Bartolomés que están sentados debajo de higueras, están sentados en sus debilidades, están sentados en sus pasados, están sentados en sus inseguridades, están sentados en sus yo no puedo, están sentados en sus estimas bajas, están sentados en sus pecados. 

Bartolomé (Natanael) le hace un comentario negativo de Jesús a Felipe sin conocerlo, y esto es tan común en nuestros movimientos laicales, ahuyentamos a los hermanos con nuestros gestos, con nuestros comentarios, con nuestras actitudes, con nuestros juicios; gente buena, con mucho para dar las hemos ahuyentado con estas cosas. Si nos detenemos en este momento a recordar cuantos Bartolomés se nos han ido, la lista sería grande; pero hoy tomamos la decisión de buscar a esos Bartolomés y ser los Felipes que ellos esperan de nosotros. 

¿Qué hacen los Felipes ante la negatividad de los demás? Simplemente invitan a que vayan y lo vean. Los Felipes no se echan para atrás, los Felipes no son de los que se rajan, los Felipes no son de los que dicen: lo intenté y listo, los Felipes se dan cuenta que, si las palabras no bastan, entonces los llevamos a la experiencia, que se percaten ellos mismos, los Felipes hacen que los Bartolomés vivan la experiencia que ellos han vivido; eso es Evangelización, que la gente viva en carne propia la fascinante experiencia de ser encontrados por Jesús.

Tú y yo tenemos la capacidad de que los demás vivan el encuentro personal con Jesús, si esto no sucede en la evangelización estamos siendo unos simples reporteros o maestros del Evangelio y no unos verdaderos testigos del mismo. Esto es primordial en la evangelización, los evangelizadores son hombres y mujeres que tienen experiencia de salvación, son testigos más que maestros, son hombres y mujeres que viven el Evangelio, son Jesús en sus ambientes. La gente de hoy día no está buscando Iglesias, no está buscando movimientos laicales, no está buscando grupos; la gente está buscando a Jesús y tenemos que mostrarles a Jesús, pero hoy hay un mundo de "evangelizadores", y lo escribo entre comillas, que andan predicando movimientos, andan predicando grupos, andan predicando parroquias; y lo único que tenemos que predicar es el Evangelio sin tapujos ni reservas. Hoy tenemos que recuperar la predicación de las primeras comunidades, predicar la conversión y la eternidad.

Acabo de escuchar a un sacerdote predicar que él no es pastoralista, debió decir pastor, pero dijo pastoralista; que él no va a buscar a ninguna oveja porque no es lo suyo, que si le llevan a una persona endemoniada él no va a hacer nada porque no es lo suyo. Mi pregunta es ¿qué es lo suyo? Hay muchos pastoralistas en la Iglesia como sacerdotes y laicos, pero lo que necesitamos son pastores y son poquísimos los que hay.

Hoy necesitamos levantar una generación de Felipes que vayan a buscar los Bartolomés para que tengan la experiencia de que A Cristo hay que vivirlo.

Les dejo esta página musical para vivir a Cristo. Copia el link que coloco a continuación, luego lo pegas en búsqueda de YouTube y deléitate. 

https://youtu.be/wAl2ZCKOQZg?si=HhaGBuLSQ-Wlr5Cc

Paz y bien.


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