El Servicio, Vocación o Profesión


Mc. 1,30-31. Todos hemos tenido la oportunidad de visitar lugares donde el servicio a los demás se da como una profesión y hay otros lugares donde te das cuenta que el servicio que recibes, lo recibes de personas que aman lo que hacen, lo dan con una sonrisa; eso es vocación.

El evangelio de hoy nos cuenta el testimonio de una mujer que sirve con pasión, pero este tipo de servicio es consecuencia de una vivencia poderosa. Te invito a que entremos a la casa de Simón y Andrés: "La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles."

¿Ya te diste cuenta cuándo el servicio es una vocación y no una profesión? Todos tenemos necesidad de algo, de ser servidos en algo; pero lo más importante en la eternidad es que en medio de tu necesidad seas capaz de servir a los demás y principalmente a los preferidos de Jesús, los pobres. Decía el gran Vicente de Paúl: "No podemos asegurar mejor nuestra felicidad eterna que viviendo y muriendo en el servicio de los pobres."

La pregunta del millón es ¿dónde están estos servidores, dónde los forman?. Escudriñemos lo que sucedió aquel día en la casa de Simón y Andrés, esta casa se convirtió en un taller de formadores de servidores:
  • La suegra de Simón estaba en cama con fiebre: los servidores con vocación vienen de una experiencia donde tienen una necesidad, son pecadores como los demás, tienen carencias, están enfermos, están en los lugares menos pensados. Son hombres y mujeres que han experimentado estar en la cama de la enfermedad, de la depresión, de la tristeza, de la soledad.
  • y le hablan de ella: este detalle es crucial, los servidores con vocación son evangelizados, alguien le habló a Jesús de ellos o ellas, tienen amigos intercesores y que han estado pendientes de ellos. Les dije que este detalle es crucial porque estos servidores se convierten en evangelizadores.
  • Se acercó y, tomándola de la mano: les escribí al inicio del blog que estos servidores tienen una experiencia poderosa, son amados y tocados por Jesús. Un servidor que no ha tenido la experiencia de sentir el amor incondicional de Jesús y de no haber sido tocado y sanado por él, jamás servirá a los demás con pasión, con alegría y con amor. Aquí está la esencia de la vocación, es aquí donde te das cuenta de tu llamado, esta es la clave para no cansarte jamás de servir a los demás porque experimentas el amor y todo lo que hagas lo haces con y por amor. Esto es el trampolín al siguiente paso del itinerario de formación de servidores.
  • La fiebre la dejó y ella se puso a servirles: este es el último punto de este itinerario, ponerse a servir a los demás. Si aún no estás sirviendo en algo en tu parroquia, movimiento, etc; es porque no has pasado por alguno de los cuatro pasos de este taller.
Hoy hago un llamado a todo evangelizador a que si estás cansado, ya no quieres seguir adelante, estás en pausa; revisa qué te hace falta del itinerario de formación que se dio en la casa de Simón y Andrés y ve allí donde está Jesús en este momento.

Hay pobres de muchas cosas allá afuera esperando a que te levantes y salgas a proclamarles el amor incondicional de Dios; y te digo algo más, allá afuera hay muchos servidores en potencia que se pueden convertir en tu apoyo en la obra que Jesús te ha encomendado.

Dios te guarde.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Nuevos Proyectos de Evangelización

Designado para algo grande

Avanza a tu Jerusalén