Oración que mueve los dinteles del cielo
Jn. 2,3-5. En mi caminar en los diferentes ministerios de la iglesia, he visto la mano de Dios moverse poderosamente en muchas ocasiones después de una oración de intercesión puntual por la consecución de algún milagro. En el evangelio de este domingo, María nos enseña el itinerario del intercesor para conseguir el milagro de parte de Jesús. Vayamos a aquella boda en Caná de Galilea y veamos lo que sucede: "Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, María le dijo a Jesús: No tienen vino. Jesús le contestó: Mujer, ¿qué podemos hacer tú y yo? Todavía no ha llegado mi hora. Pero ella dijo a los que servían: Hagan lo que él les diga." Hoy María nos enseña el itinerario de un intercesor capaz de mover los dinteles del cielo, veamos: Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda: un intercesor está pendiente de todos y de todas, no deja de mirar el cielo pero a la vez mira a su alrededor para conocer la realidad de los dem