Solo pide más fe

                                   
Lc. 17:5-6. Muchas veces he sido invitado a comer en casa de amistades, y cuando he terminado deseo que me pregunten que si quiero más para simplemente responder claro que quiero más porque la comida está muy deliciosa. ¿Te ha pasado algo parecido a lo que te acabo de compartir?.

El evangelio de este día nos habla de esto mismo, querer más, y siempre estamos en este proceso de querer más. Te invito a que vayamos delante de Jesús junto con los apóstoles: "Los apóstoles pidieron al Señor: Danos más fe. El Señor les contestó: Si ustedes tuvieran fe, aunque sólo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol: Arráncate de aquí y plántate en el mar, y les haría caso."

Te pregunto, ¿los apóstoles no tenían fe o estaban en una crisis de fe?, nada más lejos de la realidad el responder afirmativo en las dos partes de la pregunta que les acabo de hacer. Estos hombres, por el solo hecho de seguir a Jesús, ya demuestran fe en él, porque el dejarlo todo para comenzar a vivir una aventura con un hombre que acaban de conocer o están conociendo, es muestra poderosa de una fe incuestionable.

Estos muchachos nos enseñan una simple oración que no ha sido leída ni aprendida en ningún devocional o libro de oraciones que se venden en librerías; es la oración de un hombre y una mujer que quieren más de lo que están viviendo o experimentando en su proceso de crecimiento; simplemente le piden a Jesús que les dé más de lo que antes no entendían y ahora están viviendo.

Si tuviéramos que evaluar tu fe en una escala del 1 al 10; ¿en cuánto está tu fe?. Lo interesante de esto es que no hay cero, porque no hay nadie que pueda decir que no tiene fe. Cuando meditaba esta palabra, me preguntaba si todos los que van al templo los domingos o días de semana tienen fe, y estoy convencido que por el solo hecho de ir, ya eso significa tener fe.

Hoy Jesús te está diciendo que tu fe tiene que ir en crecimiento como el grano de mostaza que no se queda microscópico como es su forma original, sino que crece cada día más hasta alcanzar la altura de bendecir a otros y otras con y en sus ramas. 

¿Ya te preguntaste cómo crecería tu fe?, mira la historia de los primeros seguidores de Jesús, hombres y mujeres comunes y corrientes, pero por su fe, que cada día fue creciendo, trascendieron en la historia como hacedores de milagros y gente que impactó la vida de muchos y sobre todo de aquellos que eran marginados y rechazados por la sociedad. Estos hombres y mujeres alimentaban su fe escuchando diariamente las palabras del Maestro de Galilea, se reunían para adorar y orar, compartían sus cosas entre todos; cosas simples y sencillas pero con gran impacto en la vida de aquellos que buscaban algo diferente en sus vidas.

Tú que lees este blog hoy, Jesús está llamándote a arrancar árboles con tu oración de fe, árboles de enfermedades, árboles de tristezas, árboles de depresiones, árboles de pecado, árboles que para muchos son imposibles pero tu fe en Jesús hoy te dice que no hay nada imposible para él; así que Solo pide más fe.

Paz y bien.

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