Justo a tiempo


Lc. 18:7-8. Hay momentos en la vida que suceden cosas que hemos estado esperando, unas veces tranquilos y otras veces desesperados, y de repente pasan que llegamos a decir exclamar un ¡uff de la que me salvé o de la que nos salvamos!.

En el pasaje del evangelio de hoy, Jesús nos habla de la espera a la respuesta de nuestras oraciones: "Pues bien, ¿acaso Dios no defenderá también a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Los hará esperar? Les digo que los defenderá sin demora."

A pesar de que son 2 preguntas, no dejan de ser una promesa del Señor y es allí donde entra en acción la fe y la confianza en él. En el tema de la fe, el punto no es esperar en Dios, el punto es cómo estamos esperando en el cumplimiento de sus promesas. Esperar en Dios es un tema de actitud ya que esta espera se tiene que ver reflejada en tu manera de pensar, actuar; todos desde nuestro bautismo hemos sido escogidos para una misión en el lugar donde nos movemos y el pasaje de hoy nos dice que Dios defenderá a sus escogidos, que clamamos a él día y noche.

Lo primero que debes tener claro en tu vida, en este momento donde tu clamor por una respuesta de Dios es incesante, es que eres un escogido por él, eres una persona especial que vales mucho a sus ojos, simplemente tener claro que eres un hijo y una hija de Dios; es a partir de esta certeza, que tu espera en Dios te da la seguridad y la paz que reflejarás a los demás que te rodean y sobre todo esa actitud de la que te hablo, impactará la vida de muchos de una manera positiva.

Lo contrario a todo esto es que tu espera en Dios la reflejarás de manera negativa; he conocido a muchas personas que sé que están orando por una respuesta de Dios pero los ves cabizbajos, tristes, deprimidos, amargados y sobre todo buscando en otros lados la ayuda que dicen que están esperando en Dios. 

Dios te promete hoy que te defenderá sin demora, solo tienes que creer eso y no dejar de confiar y esperar esa respuesta; no ayudes a Dios buscando en otro lado o en otras cosas. Hay muchos que la desesperación los lleva a visitar personas que dicen que te pueden ayudar y lo que hacen es complicar más las cosas; solo tu oración y tu espera es lo que necesita Dios para responder tus oraciones.

Recuerda esto siempre mi hermano y hermana: Dios no llega temprano, Dios no llega tarde, Dios llega siempre Justo a tiempo. 

Paz y bien.


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