¡Despierta y Levántate Iglesia!


Jon. 1:6. La semana pasada una amiga me comentaba de la muerte de un pariente de su esposo, y mientras organizaban el novenario tradicional del catolicismo romano, una de las cosas que tenía que pagar, además de la misa diaria, es el rezo del rosario antes de la misa. Me sorprendió tanto lo que escuché que solo le dije a mi amiga que no podía creer lo que ella me estaba diciendo y me preguntaba si esto es realmente lo que Jesús nos mandó a hacer como iglesia.  Quiero aclarar, que al hablar de iglesia, hablo del pueblo de Dios que se congrega en el nombre de Jesús y no de una en específica.

Meditando lo que les acabo de compartir, recordé mucho a Jonás y los invito a que nos subamos al barco donde viaja Jonás huyendo del Señor y de la misión encomendada: "Entonces el capitán fue a donde estaba Jonás, y le dijo: ¿Qué haces tú ahí, dormilón? ¡Levántate y clama a tu Dios! Tal vez quiera ocuparse de nosotros y nos ponga a salvo".

Cuando se habla de Jonás, lo primero que nos viene a la mente es una ballena y dejamos de un lado el mensaje poderoso que hay detrás de esta historia. Jonás no fue enviado, como los otros profetas, a predicar a su propio pueblo. Su destino era Nínive, la orgullosa capital del imperio asirio, cuya maldad no conocía límites. Pero toma una decisión, huir lejos de la presencia del Señor, en vez de dirigirse prontamente a cumplir su misión.

Ya van muchos siglos de tormenta fuerte y el barco de la iglesia peligra hacerse pedazos por la simple y sencilla razón que hemos perdido la visión que nace en Pentecostés; hoy la iglesia está reflejada en Jonás que pareciera que está delante de la presencia del Señor pero es todo lo contrario, está dormida en la bodega como lo estaba el profeta y el mundo está gritándonos: ¿Qué hacemos ahí, dormilones?

Si mi hermano y hermana obispo, sacerdote, pastor, diácono, laico; ¿qué estamos haciendo?, ¿qué estamos predicando?, ¿a quién estamos anunciando?. La iglesia está más involucrada en la política, en lo social, en las finanzas, en costosos eventos y ha olvidado que su única misión es la de ir a Nínive a anunciar el amor misericordioso de Dios. Cuando dejemos estos escenarios y vayamos a los Nínives que están esperando por este poderoso anuncio, entonces veremos que Dios se va a ocupar de nosotros y nos pondrá a salvo y a aquellos a quienes les hablemos de él.

Ya lo sabes iglesia, la alarma está sonando y por lo tanto ¡Despierta y Levántate Iglesia!

Paz y bien.




Comentarios

  1. Es necesario ir mar adentro, hablar de Jesús y tratar de ser testimonio...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Nuevos Proyectos de Evangelización

Designado para algo grande

Avanza a tu Jerusalén