Solo Deléitate

Sal. 37:4. El domingo en la Eucaristía tuve una experiencia de deleite en el Señor, algo que no experimentaba desde hacía muchísimo tiempo y que me llevó a trazar un nuevo rumbo en el camino de mi fe y mi relación con aquel que me rescató y me llevó a su luz admirable.

Te invito a que ores conmigo la cita de hoy: "Deléitate así mismo en el Señor y él te concederá las peticiones de tu corazón."

Si tuvieras la oportunidad hoy de escuchar la voz del Señor, de forma audible, ¿que le pedirías?. Sé que son muchas las respuestas que hay en tu corazón, pero hoy el salmista te está invitando a que solo experimentes el deleite en el Señor y lo demás vendrá por añadidura.

Quizás hay alguno que se pregunta y ¿cómo me deleito en el Señor? te respondo esta pregunta desde mi experiencia de este domingo como te compartí al inicio del blog; fui a la Eucaristía buscando, anhelando su presencia para adorarlo en espíritu y en verdad por medio de la ministración en el canto y en el registro de mi instrumento musical y sin ninguna petición en mi corazón. Te puedo decir, aún con el mismo deleite en mi corazón del domingo, que algo pasó cuando adoraba al Señor cantando el Gloria litúrgico y después de ese himno ya no era el mismo Eduardo que comenzó la Eucaristía; mis dudas se desvanecieron, entendí el propósito de Dios en estos momentos de mi vida y estoy convencido que las peticiones de mi corazón se irán concediendo a su tiempo y no al mío.

Hoy te invito a que anheles, busques la presencia de Dios y olvídate de las peticiones, porque el Señor las conoce mejor que tú y a su debido tiempo te las irá concediendo; solo búscalo mi hermano y mi hermana en la oración, en la adoración, en la alabanza y lo que más anhela tu corazón se te dará.

Te comparto una frase de San Agustín: "Dios te hace anhelar lo que tiene preparado para ti", así que hoy y todos los días, Solo Deléitate.

Adora conmigo:

https://www.youtube.com/watch?v=JHahnlR_Gr8

Paz y bien.