El Mariposeo de Un Amor Verdadero


Jn. 20:11-18. Hoy recordamos una mujer excepcional y fascinante del Nuevo Testamento, María Magdalena. Lastimosamente por siglos se le ha catalogado como prostituta y nada más lejos de la realidad porque ninguno de los evangelios canónicos ni apócrifos la relaciona a la prostitución.

En el versículo 15 del Evangelio de hoy dice: "Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré". María es el símbolo de una mujer apasionada por buscar cada día al Señor, una mujer que es capaz de todo por vivir con su amado, con aquel que la liberó. Hoy día se han llevado al Señor de todas las áreas: familia, sociedad, escuela, iglesia; poco a poco se ha ido sacando a Jesús porque se ha convertido en un estorbo y ante esta situación se necesitan hombres y mujeres, como María, que nivelen la balanza yendo a buscar al Señor donde sea y traerlo de vuelta de donde se lo han llevado.

Recuerdo que hace muchos años, cuando estaba en su apogeo la película El Código Da Vinci, un periodista de una radio católica romana me pregunta: qué opinas de que Jesús tuvo un amorío con María Magdalena? y mi respuesta fue: no sé si eso pasó o no pasó y tampoco me interesa, lo que si te puedo decir es que Jesús me sacó de donde nadie lo pudo hacer y eso es lo que debo anunciar a todas las naciones.

Hay algo en este Evangelio que todo el tiempo me ha impactado en el versículo 16: "Jesús le dice: María. Ella se vuelve y le dice en hebreo: Rabbuní, que quiere decir: Maestro". Wao! qué pasó aquí? María no había reconocido a Jesús y solo al escuchar su nombre, reconoce a su Maestro y Señor, al escuchar su nombre siente el mariposeo del primer amor.

Hermano y hermana, tu nombre tiene una historia, tu nombre tiene una vida recorrida, tu nombre tiene un poder que es capaz de desmoronar orgullos, resentimientos, pasados, recuerdos; y hoy Jesús, así como a María, susurra tu nombre para decirte: no te preocupes, conozco tu historia, conozco lo que vives, conozco lo que lloras, conozco tus pecados y por encima de eso: "te llevo grabada en las palmas de mis manos" Is. 49:16. 

Hoy es un día para levantarte y buscar al Señor apasionadamente, es un día para recuperar ese amor que te conquistó, es un día para estar atento y escuchar la voz susurrante de Jesús al mencionar tu nombre; es un día mi hermano y hermana para reencontrarte con Él y volver a vivir y sentir El Mariposeo de Un Amor Verdadero.

Paz y bien.







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