¡Ojo con tu pareja!




Hace unos días vi un video muy interesante sobre parejas, donde habla que si invitan a uno de los dos a un lugar y la condición es que no puedes ir acompañado de tu pareja, simplemente no vayas. ¿interesante verdad? Las parejas son un equipo para todo, son dos personas distintas, pero que Dios ha unido para trabajar juntos. Hace unos días conversaba con un sacerdote que a la vez es psicólogo, y me comentaba que siempre se ha dicho que en la pareja una es el medio naranja del otro, pero que esto no es así porque cada uno es una naranja distinta de la otra. Meditando en sus palabras, me di cuenta de que tiene toda la razón, porque cada naranja tiene su propia historia, tiene su propio pasado, tiene sus propias emociones, quizás son hasta de árboles distintos ambas naranjas.

Hoy en Panamá estamos de solemnidad celebrando a la Patrona Santa María La Antigua, y las lecturas son propias de nuestra solemnidad y me quiero quedar en la primera lectura que está tomada del Antiguo Testamento en Gn. 3, 9-15.20. Para comprender este pasaje bíblico quiero ir al versículo 6: "A la mujer le gustó ese árbol que atraía la vista y que era tan excelente para alcanzar el conocimiento. Tomó de su fruto y se lo comió y le dio también a su marido, el cual comió, así como ella". Todos sabemos el antes de esta historia, pero lo que me llama la atención que en el diálogo entre Eva y la serpiente, Adán no aparece en escena ¿Dónde estaba Adán?, y es interesante reflexionar esto, porque la serpiente siempre va a atacar cuando uno de los dos no está cerca. Hoy día es la realidad en las parejas, la serpiente nunca ha dejado ni dejará de atacar y más cuando vea solo a uno de la pareja porque es mucho más fácil que caiga. Este es un mensaje para las parejas, no dejes sola a tu pareja porque la serpiente está muy cerca, anda viendo cuando uno de los dos se aparta del otro y va a llegar a presentar la tentación de una manera creativa como le pasó a Eva. Eva veía el famoso árbol todos los días en el jardín, pero cuando la serpiente le habla del árbol de una manera creativa, ella lo comienza a ver de forma distinta y cae y luego hace caer a su marido. Así pasa, cuando uno de los dos cae, va arrastrando a su pareja, y no solo a su pareja sino también a toda la familia y a las generaciones venideras. ¡Cuidado! nuevamente te lo digo, no dejes sola a tu pareja porque la serpiente, como dice 1 Pe. 5, 8: "Sean sobrios, estén siempre alertas, porque su adversario el Diablo, como león rugiendo, da vueltas buscando a quien devorar". Parejas, estar sobrios es estar atentos, cuerdos; estar alertas, vigilantes, porque estamos en guerra y la serpiente está bien armada para atacar porque sabe muy bien cuáles son nuestras debilidades como parejas; no se suelten por favor, caminen juntos en todo tomados de la mano y así la serpiente no podrá atacar y si ataca ustedes están fortalecidos en el Señor a través del sacramento.

¿Consecuencias cuando una pareja suelta a la otra? Vamos al jardín y escudriñemos los versículos 9-10: "Después de que el hombre y la mujer comieron del fruto del árbol prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le preguntó: ¿Dónde estás? Este respondió: Oí tus pasos en el jardín; y tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí". Dios llama a la cabeza de familia, Dios lo extraña porque todas las tardes se encuentran para conversar como un papá con su hijo amado; conversan de cómo le fue en el día, cómo le va con su compañera, ya Adán lo espera en esa banca del parque del jardín; pero algo sucede porque esa tarde Adán no estaba como siempre allí esperando a su papá y su papá le hace la pregunta que menos quería escuchar en ese momento porque era consciente que le falló a su papá. Esa es la reacción normal cuando fallamos al Señor, comenzamos a alejarnos, comenzamos a marcar distancia de la gente, comenzamos a presentar excusas; y en la pareja es muy marcado este tipo de reacciones, comienza la indiferencia, comienza la amargura, comienza la excusa. No sueltes a tu pareja, no la dejes sola. Todos los días le pido al Señor que me ayude a serle fiel, porque siéndole fiel, soy fiel a mi esposa, a mi familia y a mi ministerio.

Este día te invito a hacer un alto con tu pareja y revisar el camino juntos, ver dónde se han quedado esos momentos hermosos, dónde se han quedado esas pláticas donde compartían sus sueños y anhelos, dónde se quedó esa entrega el uno por el otro. Siéntense con el Señor en medio y abran sus corazones el uno para el otro en la banca de ese parque con el Señor. 

Recuerda que la serpiente anda dando vueltas esperando el mínimo descuido para atacarte, así que te invito a no soltar y estar ¡Ojo con tu pareja!

Paz y bien.

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