Lo mejor está por venir




Cuando escuchamos a hombres y mujeres predicar, cuando vemos cómo Dios los usa, muchas veces preguntamos de dónde vienen, quiénes son sus familiares, queremos conocer sus historias porque nos imaginamos que vienen de familias ungidas, familias que son testimonio de vida en el Señor, familias que mínimo casi levitan. Lo interesante es que cuando conocemos su historia vemos que muchas partes de ella no encajan con lo que vemos hoy, vemos que alguna persona de su pedigrí no tiene nada que ver con lo que estamos viendo hoy en ese hermano o hermana. 

En la primera lectura de hoy tomada de Rt. 1, 1.3-6.14-16.22, conocemos a una mujer extranjera que vive en un pueblo politeísta, o sea que tienen muchos dioses; este pueblo se llama Moab y la interesante mujer se llama Rut. Antes de adentrarnos primero a Belén y luego viajamos a Moab, deseo compartirles que esta mujer pasó a ser parte del pedigrí o la genealogía de Jesús en Mt. 1, 5-6: "Salmón engendró, de Rajab, a Booz, Booz engendró, de Rut, a Obed, Obed engendró a Jesé, Jesé engendró al rey David". Esta mujer es la bisabuela del gran rey David, ¿Interesante verdad? Solo para que veamos que para el Señor no cuenta si eres de buen o mal pedigrí, simplemente te llama y punto. En tu pedigrí pueden haber ateos, asesinos, santos, devotos; pero eso no define el llamado que el Señor te hace, lo define tu respuesta a ese llamado.

Ahora sí, vamos a escudriñar el versículo 1: "En el tiempo de los jueces, hubo hambre en el país de Judá y un hombre de Belén, llamado Elimélek, se fue a residir con Noemí, su esposa, y sus dos hijos a los campos de Moab". Belén significa Casa del Pan, y es curioso ver que en la casa del pan escasea el pan en este momento; es como el dicho: casa de herrero, cuchillo de palo. ¿Qué está escaseando hoy en tu casa del pan o en tu Belén? Hay hambre en la casa del pan y esto lleva a tomar decisiones a esta pareja; hay que tomar decisiones radicales en tiempos de crisis, no podemos quedarnos viendo el paso de los días sin hacer algo para cambiar la realidad que tenemos en frente y que al final nos va a llevar a la muerte física, espiritual o emocional. Toma decisiones, las consecuencias se verán después, pero vale la pena tomar el riesgo. La familia de la casa del pan se va a vivir a una tierra extranjera llamada Moab, que diocidencialmente significa "del Padre", me quedo viendo los significados de estos dos nombres y me brota una sonrisa al ver definitivamente la mano de Dios en todas las escrituras. Esta familia se va de la casa del pan al país del Padre, o sea que la decisión pasa a ser parte del propósito de Dios, aunque lo que pasa después parece una maldición, pero no deja de ser parte de un misterioso y maravilloso plan de Dios. 

Esto se pone mejor, llegó la familia al país del Padre (Moab) y viene la tragicomedia de una vez; escudriñemos el versículo 3: "Murió Elimélek, y Noemí se quedó sola con sus dos hijos. Estos se casaron con dos mujeres moabitas: una se llamaba Orpá y la otra, Rut. Vivieron ahí unos diez años y murieron también los hijos de Noemí, Malón y Kilón, y ella se quedó sin hijos y sin esposo". Eduardo ¿puede ser esto de verdad un plan de Dios? Te contesto desde la humanidad, jamás puede ser esto plan de Dios porque lo único que veo aquí es una tragedia muy dolorosa para esta familia. Ahora te contesto desde la fe, detrás de cada situación siempre lo mejor está por venir. Si observas con detenimiento, el final del versículo dice: y ella se quedó sin hijos y sin esposo; ¿y las nueras? ellas no suman por ser mujeres, y el escritor nos está diciendo que Noemí pasa a ser una mujer maldita por no tener un hombre en su casa, pasa a ser marginada por la sociedad ya que arrastra la maldición de Dios sobre su vida. ¿Te sientes así en estos momentos, marginado o marginada, solo o sola, abandonado o abandonada por Dios? Si tu respuesta es sí, lo mejor está por venir. 

Llega el tiempo para Noemí de tomar decisiones, escudriñemos el versículo 6: "Entonces decidió abandonar los campos de Moab y regresar al país de Judá con sus dos nueras, porque oyó decir que el Señor había visitado al pueblo y le daba pan". Noemí nunca dejó de pensar en la casa del pan porque sabía que esta situación no es eterna, ella en medio de su tragedia sabía que Dios estaba detrás de esto y Él iba a llegar en el momento justo; ¡qué poderosa enseñanza nos da esta mujer! nos invita a confiar que lo mejor está por venir; y así pasó. El Padre visita la casa del pan y le da pan porque por eso se llama Casa del Pan, el cuchillo de palo desaparece y aparece el cuchillo de metal. Hermoso escudriñar esta historia, hermoso ver que Dios no se olvida de sus hijos, pasan por muchas tragedias, pero él está allí en silencio maquinando, trabajando en tu plan, en tu propósito. Dios vuelve a visitar a su pueblo, vuelve a bendecir, vuelve para dar sentido a todo lo que has pasado, solo nos toca esperar. No es nada fácil esperar en Él, pero si es glorioso cuando llega su visitación a nuestras vidas.

Recuerda hermano y hermana, lo que has pasado o lo que estás pasando es parte de un misterioso y maravilloso plan de Dios y espera confiado que Lo mejor está por venir.

Paz y bien.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Nuevos Proyectos de Evangelización

Designado para algo grande

Avanza a tu Jerusalén