Sé levadura


Hace unos días tuve la bendición de compartir con jóvenes de un colegio una mañana de Evangelización y Adoración, y antes de comenzar conversé con los jóvenes de la Pastoral Juvenil del colegio y en la conversación les comentaba que ellos tienen que ser diferentes a todos los demás, que los demás jóvenes vean en ellos una luz, un faro donde pueden llegar y encontrar consuelo. Viendo la liturgia de hoy domingo XVI del Tiempo Ordinario, titulo este post "Sé levadura".

Te invito a que vayamos al Evangelio de Mt. 13, 24-43 y escudriñemos el versículo 33: "El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa acabó por fermentar".

Vamos a adentrarnos a este versículo comenzando con el Reino de los Cielos; el Reino de los Cielos no es un lugar o un espacio, el Reino de los Cielos es un estilo de vida al cual tú y yo estamos llamados a vivir y hacer que los demás tengan esa experiencia para vivirlo junto a nosotros. En este estilo de vida experimentamos el amor de Dios que es un papá que nos ama porque Él es amor; en este estilo de vida ese Dios de amor nos regala a su hijo, principalmente a los pecadores; en este estilo de vida experimentamos la salvación en Jesús que nos invita a creerle y a responderle con un cambio de vida que se nos note; en este estilo de vida somos fortalecidos con el poder fascinante del Espíritu Santo y que nos lleva a ser parte de un nuevo pueblo que es la Iglesia. Hoy Jesús nos está llamando a ser un poco de levadura, nos está llamando a ser esos hongos microscópicos capaces de fermentar las grandes masas que no conocen al Señor.

La Iglesia (la mujer) necesita de hombres y mujeres que sean levadura en el mundo, hombres y mujeres que vivan como hijos e hijas amadas por Dios, hombres y mujeres que reconozcan su pecado, hombres y mujeres que vivan como salvados y no como perdedores, hombres y mujeres que le crean a Dios por encima de todas las realidades humanas, hombres y mujeres que hayan tomado decisiones y le han permitido a Jesús entrar en su corazón, hombres y mujeres que se han dejado transformar y guiar por el Espíritu Santo, hombres y mujeres que viven siendo levadura en comunidad congregándose en parroquias, movimientos laicales, etc. De una manera sencilla, esto es ser levadura en la masa.

Es interesante que Jesús no habla solo de levadura, Él habla de un poco de levadura, o sea que nos está diciendo que necesita de Doce con las características que te acabo de detallar para hacer lío como nos dice el Papa Francisco. Es lo que te comentaba al inicio de este post, un grupo juvenil de 25 jóvenes puede fermentar a 600 si son de verdad levadura y no solo más harina.

Es urgente que los que estamos inmersos en las pastorales de la Iglesia, seamos esa levadura que hoy necesita el mundo para ser fermentado, e incluso adentro de la Iglesia se necesita levadura para fermentar esa masa porque lastimosamente muchos hemos sido más harina que levadura y muchos se están yendo de nuestras filas por el anti-testimonio que estamos reflejando a los demás.

Te llamo a la reflexión personal en torno a esta tremenda Palabra, ¿eres harina o levadura?. Te comento que hay demasiada harina y lo que necesita la mujer llamada Iglesia es levadura para fermentar, cambiar y transformar el mundo a que vivan al estilo del Reino de los Cielos.

Paz y bien.

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