Agradece sirviendo al Señor

Lc. 8:2-3. Ayer viví una experiencia en el trabajo con una cliente que demoró dos horas después del cierre atendiéndose por diferentes razones, esto hizo que ninguno de los colaboradores, que ya habían terminado su trabajo del día, pudiera retirarse a sus casas por temas de procedimientos internos. La cliente al ver al grupo de personas con ganas de irse me dice, qué pena! gracias por esperar y les prometo traerles un regalo la próxima vez que venga.

La gratitud es clave en nuestro día a día, pero hay muchas personas que pasan la vida sin agradecer nada de lo que han recibido de Dios y de los demás. El pasaje del evangelio de hoy, Lucas nos habla de la mejor manera de agradecer. Veamos: "Le acompañaban algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras que les servían con sus bienes."

Comencemos compartiendo que en el tiempo de Jesús, la sociedad era puramente machista y Jesús rompe el esquema permitiendo que haya mujeres en la comunidad naciente. Este capítulo ocho de Lucas, comienza que Jesús y los Doce andan evangelizando por ciudades y pueblos y es interesante leer que no andaban solos en la misión, había un grupo de mujeres con ellos.

¿De dónde sale este grupo de mujeres? en ninguna parte de los cuatro evangelios se narra la llamada de Jesús a una mujer cuando comenzó a formar a su equipo de trabajo evangelizador. Hoy Lucas nos lo explica, y a la vez nos da la mejor razón para servirle al Señor, la gratitud. Cada mujer que es mencionada en el pasaje bíblico, había sido curada de espíritus malignos y enfermedades.

Wao! esto es clave para ti que lees este blog hoy, estas mujeres habían tenido una experiencia poderosa con el poder sanador y liberador de Jesús y no se quedaron con esta experiencia, se convierten en testigos veraces para acompañar con su testimonio en la evangelización. Hoy hay muchos evangelizadores que son meros reporteros anunciando a Jesús y que lastimosamente se convierten en piedras de obstáculos para que otros se acerquen a Jesús y ser tocados por su poder.

La iglesia está urgida, más de testigos que de sabios, teólogos, biblistas, eminencias en todo lo que es la divinidad, etc. No hay mejor curriculum que el de estas mujeres para servir al Señor, haber tenido una experiencia personal con Jesús; pero esto no se debe quedar aquí, debemos ser agradecidos con el Señor y él está esperando que seamos como estas mujeres, que pasemos de la pasividad a servirles a él y a la iglesia como lo hicieron ellas en aquel momento.

Hay mucha gente que han sido testigos del poder de Jesús en sus vidas, pero lastimosamente siguen sentados en una banca de la iglesia, siguen sentados en el ajetreo diario de su trabajo y que solo los escuchas decir que están agradecidos con el Señor pero no pasan de allí. Muchos que creen que su agradecimiento es de solo los domingos o fiestas patronales, de romerías a santuarios, de sacar un dinero y echarlo en una cesta o un sobre.

Hoy Jesús está esperando que hombres y mujeres se levanten de su zona de seguridad y del conformismo para agradecerle a él por todas las bendiciones recibidas, y esto solo se hace sirviéndolo a él y a los demás. 

Es simple, Agradece sirviendo al Señor; busca un lugar donde puedas testificar lo que el Señor ha hecho en tu vida y comparte tus bendiciones con ellos, te aseguro que esto te va a llenar como persona y de verdad que experimentarás la paz y la felicidad que aún no has encontrado.

Paz y bien.